Coca-Cola es un nombre que resuena en todo el mundo, reconocido no solo por su sabor distintivo, sino también por su impacto cultural y comercial. Fundada en 1886 por el farmacéutico John Stith Pemberton en Atlanta, Georgia, esta bebida carbonatada nació como un tónico para aliviar diferentes dolencias. Desde sus humildes inicios, la fórmula secreta de Coca-Cola, junto con su inconfundible marca, transformaron esta bebida en un fenómeno global. La compañía fue oficialmente constituida en 1892 y, a partir de entonces, la expansión de Coca-Cola fuera de Estados Unidos se convirtió en una prioridad estratégica.
A medida que avanzaba el siglo XX, Coca-Cola no solo se estableció en el mercado estadounidense, sino que comenzó a explorar oportunidades a nivel internacional. A través de innovadoras estrategias de marketing y la adaptación de su producto a diferentes culturas y gustos, la marca se expandió a países de Europa, Asia, América Latina y más. Con el paso del tiempo, Coca-Cola se convirtió en sinónimo de refresco y, más allá de su producto, ha sido un ícono de marketing, celebrando la cultura y el espíritu comunitario, cimentando su lugar en la historia moderna.
La llegada de Coca-Cola a México se produce en un contexto de crecimiento y modernización en el país, donde la bebida soon became a favorite among consumers. En el ámbito local, la empresa logró integrar su marca al tejido social mexicano, no solo como un producto comercial, sino también como parte de celebraciones y costumbres. Este enfoque ha sido crucial para entender cómo Coca-Cola ha prosperado y se ha adaptado en un mercado diverso y dinámico. A medida que exploramos más sobre la historia de Coca-Cola en México, es esencial tener en cuenta tanto sus raíces como su expansión a nivel global.
Primeras etapas de Coca-Cola en México
Coca-Cola, la famosa bebida carbonatada, hizo su entrada en México en 1926, marcando el inicio de un recorrido empresarial que modificaría de manera significativa el panorama de las bebidas en el país. La introducción de esta bebida en suelo mexicano se realizó a través de la Bottling Company, una empresa embotelladora que fue fundamental para establecer la marca en el mercado local. Desde sus comienzos, la compañía se enfocó en la creación de un sistema de distribución efectivo, que garantizara la disponibilidad del producto en diferentes regiones y poblaciones.
Los primeros esfuerzos de marketing de Coca-Cola en México fueron novedosos para la época. Se utilizaron carteles, publicidad en medios impresos y promociones que apuntaban a captar rápidamente la atención de los consumidores. En este elemento de la estrategia empresarial, se destacó la importancia de adaptar el mensaje a la rica cultura mexicana, destacando así su disposición a integrar la bebida dentro de ambientes sociales y festivos. A su debido tiempo, la popularidad de Coca-Cola creció, en parte gracias a la identificación de la bebida como un símbolo de modernidad y estilo de vida. Este aspecto fue crucial, ya que permitió que la marca fuera bien recibida por un público que valoraba tanto la tradición como la innovación. En esa epocamanejaba la ciuenta Mccan Erickson Mexico Agencia formada por el. genio de la Publicidad en México Jeam Stanton con un equipo que empezo a sonar y que quien estaba al frente de la creatividad en la época delos 70¨s en méxico era el productor y creativo de la radio en México y su frase mas fuerte fué.
Y DE TOMAR QUE ???? Coca-Cola NADA MAS!.
Esta frase que hizo Don Pedro de Urdimalas cuyo nombre esra Jesús Camacho Villaseñor la hizo principalmente para todas las Fondas y Restaurantes y si se hizo publicidad de la calle Como ilustrativo estas son sus canciones que permanecen en la ya debilitada imagen de. Don Pedro Entre sus temas más conocidos están: “Amorcito corazón”, “Mi cariñito”, “Dicen que soy mujeriego”, “Perdón no pido”, “Mi suerte es chaparra” y “Mi consentida” Hoy en día es un personaje que va quedando en el olvidó poco a poco; sin embargo es importante señalar la importancia de su existencia tanto en el cine como en la música, ya que cabe aclarar le tocó trabajar dentro de la denominada “época de oro del cine mexicano”. y en la publicidad que realmentenos dejo un conocimiento y buen sabor de boca
En un país con una vasta diversidad cultural, la percepción de Coca-Cola evolucionó y se adaptó a diferentes contextos locales. A través de campañas específicas y el patrocinio de eventos comunitarios, la bebida se fue estableciendo en las preferencias del consumidor. Con el tiempo, Coca-Cola logró captar el interés de distintos segmentos de la población, consolidándose como una de las opciones más queridas en el mercado mexicano. La historia de Coca-Cola en México, por lo tanto, no solo representa el crecimiento de un negocio, sino también el entrelazamiento de tradiciones y modernidad en el contexto social del país.
Estrategias de marketing y posicionamiento
Coca-Cola ha implementado una variedad de estrategias de marketing para consolidarse en el mercado mexicano, adaptando su enfoque a las particularidades culturales y sociales del país. Desde su llegada en 1926, la marca ha utilizado campañas publicitarias que han resonado profundamente con la población, logrando hacerse un lugar en el corazón de los consumidores.
Una de las estrategias más efectivas ha sido la selección de celebridades locales como embajadores de la marca. Estas figuras reconocibles han sido utilizadas en anuncios que no solo presentan el producto, sino que también celebran la identidad cultural mexicana. Al incorporar a personalidades que representan a diferentes regiones y tradiciones de México, Coca-Cola ha conseguido mantener un mensaje relevante y conectado con su audiencia. La asociación con eventos culturales y festividades ha servido para reforzar este vínculo, haciendo de la bebida un elemento casi indispensable en celebraciones familiares y comunitarias.
Adicionalmente, la adaptación de la marca al contexto local ha sido clave en su éxito. Coca-Cola ha lanzado ediciones especiales de sus productos que reflejan la diversidad cultural de México, utilizando ingredientes locales y sabores que resuenan con los gustos de los consumidores. Estas iniciativas no solo han diversificado su portafolio, sino que también han elevado la percepción del consumidor sobre la marca, destacando su deseo de estar en sintonía con la cultura mexicana.
Las campañas publicitarias icónicas de Coca-Cola, como “Comparte una Coca-Cola”, han utilizado un enfoque interactivo que invita a los consumidores a sentirse parte de la marca. Al ofrecer productos personalizados con nombres comunes en México, Coca-Cola ha fomentado un sentido de pertenencia. Esta combinación de adaptación cultural, uso de celebridades y campañas memorables ha cimentado su popularidad y presencia en el mercado mexicano, logrando permanecer relevante a lo largo de los años.
Evolución de las Campañas de Publicidad desde 1955 hasta 2000
Introducción a la Publicidad en el Sector Moderno
Desde 1955 hasta el año 2000, la publicidad ha experimentado transformaciones significativas que reflejan no solo el avance tecnológico, sino también los cambios culturales y económicos de cada época. En este periodo, la publicidad se convirtió en un elemento fundamental para las marcas, influyendo en la forma en que los consumidores perciben productos y servicios. El auge de la televisión en las décadas de 1960 y 1970, por ejemplo, marcó un hito en las estrategias publicitarias. Las marcas comenzaron a invertir fuertemente en comerciales televisivos, reconociendo el poder de este medio para llegar a una audiencia masiva de manera efectiva.
A medida que avanzaban las décadas, se diversificaron los canales de comunicación. La era de los medios impresos, que dominó las campañas publicitarias previas, coexistió con el creciente uso de la televisión, lo que llevó a un enfoque más dinámico y multimedia en las campañas. Durante los años 80 y 90, la aparición de cable y luego de internet empezó a reconfigurar cómo las marcas se conectaban con sus públicos. Las empresas comenzaron a experimentar con nuevos formatos publicitarios, como anuncios en revistas especializadas y, más adelante, marketing digital, lo que ampliaba las oportunidades de segmentación del mercado.
Además, el contexto económico de cada década jugó un papel fundamental en la publicidad. En un mundo cada vez más globalizado, las marcas adaptaron sus mensajes a las realidades locales, impulsando incluso campañas publicitarias que hablaban directamente a las necesidades de audiencias específicas. Este enfoque estratégicamente dirigido no solo les permitió a las marcas mantenerse relevantes, sino que también destacó la importancia de la investigación de mercado en la creación de campañas efectivas. Así, la publicidad se alzó como un arte y una ciencia, convergiendo creatividad con análisis estratégico para responder a un entorno complejo y en constante cambio.
Las Décadas de los 60 y 70: Innovaciones y Cambios
Las décadas de 1960 y 1970 marcaron un periodo de transformación significativa en el ámbito de la publicidad, caracterizado por innovaciones creativas y un reflejo de la dinámica sociocultural de la época. Durante estos años, las campañas publicitarias empezaron a salir de los moldes tradicionales, adoptando un enfoque más audaz y artístico. La llegada del color en la televisión y en los medios impresos permitió a los publicistas explorar nuevas narrativas visuales, capturando audiencias a través de imágenes vibrantes y mensajes impactantes.
El movimiento de los derechos civiles tuvo un papel fundamental en la evolución de la publicidad en este contexto. Las marcas comenzaron a reconocer la importancia de abordar temas sociales y culturales en sus anuncios. Campañas como la icónica de Coca-Cola en 1971, donde varios jóvenes de diferentes orígenes se unían en un mismo mensaje de paz y amor, reflejaron no solo un cambio en la estrategia publicitaria, sino también la necesidad de resonar con un público más consciente socialmente. Este enfoque fue una respuesta clara a la contracultura que estaba surgiendo, donde los consumidores demandaban autenticidad y valores que alinearan con sus propias experiencias e ideales.
Otro aspecto relevante durante estas décadas fue el uso del humor y la ironía en los anuncios. Marcas como Volkswagen rompieron barreras al lanzar campañas que cuestionaban las normas sociales. El famoso lema “Think Small” fue innovador no solo en su contenido, sino también en la forma en que se presentaron valores de simplicidad y humildad en un mercado que tendía hacia el exceso. Estas estrategias no solo fueron memorables, sino que también ayudaron a las marcas a establecer una conexión más emocional con los consumidores.Finalmente, estas dos décadas se convirtieron en un campo fértil para el desarrollo de técnicas publicitarias que hoy en día se consideran fundamentales. La combinación de narrativas que reflejaban problemas sociales y la integración de innovaciones visuales dejaron una influencia duradera en el mundo de la publicidad, mostrando que la creatividad puede ser un poderoso vehículo para el cambio cultural
Los Años 80: La Era del Branding y el Marketing Visual
Durante la década de 1980, el panorama publicitario experimentó una transformación significativa con la emergencia del branding y el marketing visual como componentes esenciales de las estrategias de comunicación de las marcas. Este período se caracterizó por un enfoque renovado en la creación de identidades de marca que fueran fácilmente reconocibles y que conectaran emocionalmente con los consumidores. Las empresas comenzaron a comprender la importancia de no solo vender productos, sino también de narrar historias en torno a sus marcas.
Las marcas icónicas, como Nike y Apple, adoptaron campañas publicitarias audaces que utilizaban diseños visuales impactantes y slogans memorables para transmitir sus mensajes. El uso de logotipos distintivos y paletas de colores específicas se convirtió en un aspecto crítico para establecer una presencia de marca efectiva. Las estrategias de branding estaban estrechamente alineadas con la cultura popular de la época, lo que llevó a que algunas marcas fueran elevadas a un estatus casi legendario en la mente del consumidor.
Examinando el impacto de las cadenas de televisión en la publicidad, se observa que la expansión de estas plataformas permitió a las marcas llegar a audiencias masivas de una forma nunca antes vista. La introducción de la tecnología de video brindó nuevas oportunidades para contar historias visuales de manera más dinámica. Los anuncios televisivos se convirtieron en eventos culturales en sí mismos, donde la creatividad y la producción de alta calidad procuraban captar la atención y generar conversación.
Así, el auge del branding en los años 80 no solo transformó la manera en que las marcas se presentaban al mundo, sino que también sentó las bases para el marketing visual que seguiría evolucionando en las décadas posteriores. La habilidad de conectar visualmente con los consumidores se estableció como un pilar fundamental en la publicidad, posicionando a algunas marcas no solo como líderes de mercado, sino como íconos culturales perdurables.
Los 90 Surge Internet: Cambio de Paradigma
La década de los 90 marcó un punto de inflexión significativo en la historia de la publicidad, impulsado por la llegada y popularización de Internet. A medida que las empresas comenzaron a explorar las posibilidades de esta nueva plataforma, emergió un nuevo paradigma en el marketing que cambió radicalmente la manera en que las marcas se comunicaban con sus audiencias. La publicidad digital comenzó a tomar forma, y con ello, la oportunidad de alcanzar a los consumidores de maneras previamente inimaginables.
Con la expansión de la red mundial, las empresas comenzaron a experimentar con los primeros anuncios en línea, con campañas que buscaban aprovechar la interactividad y el alcance global de Internet. Estos anuncios, aunque rudimentarios en comparación con las sofisticadas estrategias actuales, ofrecieron una alternativa fresca a los medios tradicionales, como la televisión y la prensa. La capacidad de segmentar y dirigir campañas a audiencias específicas se tradujo en un mayor retorno de inversión, lo que llevó a muchas empresas a adaptar sus modelos de negocio para integrar la publicidad digital.
Además, la creación de motores de búsqueda y directorios en línea ofreció nuevas oportunidades de visibilidad para las marcas. Campañas en plataformas como Yahoo! o AltaVista comenzaron a proliferar, estableciendo un precedente para lo que eventualmente se convertiría en un vasto ecosistema de marketing digital. Las estrategias de la publicidad tradicional empezaron a ser complementadas con tácticas digitales, creando una simbiosis que optimizó la visibilidad y la comunicación con los consumidores.
Este cambio en el enfoque hacia el marketing digital no solo cimentó la importancia de Internet en la publicidad, sino que también forzó a las empresas a adoptar un enfoque más dinámico y receptivo hacia las necesidades del consumidor. Al final de la década, la evolución de las campañas publicitarias había comenzado a definir un nuevo estándar en la industria, sentando las bases para la era digital del siglo XXI.
Crecimiento y expansión: La industria embotelladora
El crecimiento de Coca-Cola en México ha sido notable, particularmente a través de la creación de embotelladoras y la expansión de su red de distribución. A medida que la popularidad de esta bebida carbonatada aumentó en el país, la compañía entendió la necesidad de establecer un sistema de embotellado eficiente que pudiera abastecer la creciente demanda. Para ello, se formaron alianzas estratégicas con varios embotelladores locales, quienes se encargaron de la producción y distribución del producto a nivel regional.
Desde la inauguración de la primera embotelladora en 1926 en la Ciudad de México, la empresa ha realizado inversiones significativas en infraestructura. Estas inversiones han incluido la modernización de plantas embotelladoras, la implementación de tecnología avanzada en los procesos de producción y la optimización de la logística de distribución. Todo esto ha contribuido a aumentar la capacidad de producción y, en consecuencia, la disponibilidad de Coca-Cola en diferentes partes del país.
Además, Coca-Cola ha centrado sus esfuerzos en diversificar su oferta de productos. Esto se ha logrado mediante el lanzamiento de diferentes variedades de bebidas que satisfacen los gustos locales, lo que ha permitido a la empresa expandir su mercado más allá de la bebida original. Las embotelladoras han jugado un papel crucial en este aspecto, ya que facilitan la producción y el envasado de estas nuevas líneas de productos. La combinación de una red de distribución robusta y una oferta variada ha sustentado no solo el crecimiento de Coca-Cola, sino también la consolidación de la industria embotelladora en México, convirtiéndola en un actor clave en el sector de las bebidas.
En este contexto, las embotelladoras han evolucionado para adaptarse a cambios en la demanda del consumidor, permitiendo a Coca-Cola mantener su liderazgo en el mercado de refrescos en México. Esta estrategia de crecimiento ha sido un factor determinante para que la empresa pueda satisfacer las crecientes expectativas de los consumidores y continuar posicionándose favorablemente en el entorno competitivo del sector.
Coca-Cola y la cultura mexicana
La presencia de Coca-Cola en México ha contribuido significativamente a la configuración de su cultura social y gastronómica. Desde su llegada al país en la década de 1920, la bebida se ha convertido en un elemento esencial en diversas celebraciones y tradiciones, actuando como un símbolo de convivialidad y disfrute. La relación entre Coca-Cola y la cultura mexicana es evidente en eventos familiares, festividades y celebraciones, donde su consumo es casi ritual. No son pocas las ocasiones en que una mesa festiva se encuentra adornada no solo con platillos tradicionales, sino también con botellas de Coca-Cola, creando un vínculo tangible entre la marca y la experiencia social.
Además, el impacto de Coca-Cola se extiende a la gastronomía mexicana. La bebida no solo complementa el sabor de los platillos típicos, sino que también ha inspirado la creación de innovaciones culinarias que integran su sabor en recetas locales. Por ejemplo, es común encontrar la Coca-Cola utilizada en adobos o marinados, transformando comidas tradicionales en experiencias culinarias únicas. Esta fusión ha permitido a la marca integrarse en la identidad gastronómica de México, haciéndola parte de su cultura culinaria.
La influencia de Coca-Cola en la cultura mexicana también se refleja en su marketing y campañas publicitarias, que a menudo celebran y respetan las costumbres locales. Las estrategias publicitarias se alinean con el patrimonio cultural y la identidad nacional, fortaleciendo su conexión emocional con los consumidores. De esta manera, Coca-Cola no solo ha logrado establecerse como una bebida popular en México, sino también consolidarse como un ícono cultural que trasciende generaciones. A través de estas variadas interacciones, la marca ha logrado ocupar un lugar privilegiado en el corazón y la tradición del pueblo mexicano.
Desafíos y competencia
Coca-Cola ha enfrentado una serie de desafíos significativos en el mercado mexicano a lo largo de su historia. Uno de los principales retos ha sido la intensa competencia con otras marcas de refrescos y bebidas. La aparición de alternativas de bajo costo y productos locales ha diversificado el panorama de las opciones disponibles para los consumidores. Marcas como Pepsico y otros productores locales han tratado de capturar la atención del mercado, ofreciendo ingeniosas campañas de marketing y promociones atractivas.
La competencia se intensificó especialmente con el lanzamiento de nuevas bebidas energéticas y saludables que apelan a un segmento del consumidor más consciente de su salud. Este cambio en las preferencias del consumidor planteó un riesgo considerable para la cuota de mercado de Coca-Cola. Sin embargo, la empresa ha sabido adaptarse mediante la diversificación de su portafolio, introduciendo no solo refrescos tradicionales, sino también bebidas con menos azúcar, agua embotellada y opciones orgánicas. Este enfoque le ha permitido no solo retener su base de clientes, sino también atraer a nuevos consumidores que antes se mostraban reacios a consumir sus productos clásicos.
Además, Coca-Cola ha implementado estrategias de marketing innovadoras para fortalecer su presencia en las comunidades locales. Las campañas que destacan la cultura y las tradiciones mexicanas, combinadas con patrocinios y colaboraciones con eventos locales, han ayudado a la compañía a crear una conexión emocional con los consumidores. Esto, junto con sus esfuerzos para mejorar su imagen ambiental, ha jugado un papel crucial en su capacidad para mantenerse competitiva en un entorno en evolución. En resumen, a pesar de los desafíos presentados por la competencia y los cambios en la dinámica del mercado, Coca-Cola ha tomado medidas proactivas para preservar su estatus como líder en el sector de bebidas en México.
Sostenibilidad y responsabilidad social
A lo largo de su historia en México, Coca-Cola ha implementado diversas iniciativas que reflejan su compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social. Uno de los enfoques clave ha sido la gestión del agua, un recurso vital para la producción de sus productos. La empresa ha establecido programas de conservación y eficiencia del agua, donde se busca no solo reducir el consumo en sus operaciones, sino también reabastecer las fuentes acuíferas que abastecen a las comunidades locales. Estos esfuerzos incluyen la restauración de cuencas y la colaboración con organizaciones locales para mejorar el acceso al agua potable.
El reciclaje es otro pilar fundamental de la estrategia de sostenibilidad de Coca-Cola en México. La compañía ha promovido campañas de reciclaje que no solo buscan disminuir los desechos plásticos, sino también educar a la población sobre la importancia de la economía circular. Coca-Cola se ha comprometido a utilizar un mayor porcentaje de plástico reciclado en sus botellas y ha trabajado en la creación de infraestructura que facilite el reciclaje en diferentes regiones del país. Estas iniciativas han sido bien recibidas por la comunidad y han contribuido a mejorar la imagen de la marca en el país.
Además, Coca-Cola ha establecido programas de apoyo a comunidades locales que se enfocan en el desarrollo social y económico. Estos programas abarcan desde la capacitación para emprendedores hasta proyectos de salud y nutrición, siempre con la colaboración de organizaciones no gubernamentales y autoridades locales. La implementación de estos proyectos no solo ha fortalecido la relación de la empresa con las comunidades, sino que también ha generado un impacto positivo en la percepción de la marca. Al demostrar su compromiso con el bienestar social y ambiental, Coca-Cola ha logrado consolidar su reputación y posicionarse como un actor responsable en el mercado mexicano.
Coca-Cola en la actualidad: Retos contemporáneos
La situación actual de Coca-Cola en México refleja un panorama donde la empresa, reconocida a nivel mundial, se enfrenta a significativos retos contemporáneos en un mercado en evolución. Uno de los desafíos más destacados es el cambio en las preferencias de los consumidores hacia opciones más saludables. La creciente conciencia sobre la salud y el bienestar ha llevado a muchos mexicanos a optar por bebidas con bajo contenido calórico, sin azúcares añadidos o incluso a alejarse de las bebidas gaseosas por completo.
Este cambio en el comportamiento del consumidor también ha sido impulsado por la mayor disponibilidad de alternativas de bebidas saludables, que incluyen aguas saborizadas, té helado y jugos naturales. Frente a esta tendencia, Coca-Cola ha tenido que desarrollar e implementar estrategias que le permitan mantener su relevancia. La empresa ha introducido una variedad de productos que buscan satisfacer la demanda de los consumidores por opciones más nutritivas. Esto incluye la ampliación de su línea de bebidas dietéticas y sin azúcar, así como el lanzamiento de nuevas marcas que ofrecen productos naturales y orgánicos.
Además, la compañía ha puesto en marcha campañas de marketing que destacan su compromiso con la sostenibilidad y la responsabilidad social. Coca-Cola ha iniciado esfuerzos para reducir el uso de plástico y aumentar la reciclabilidad de sus envases, reconociendo así la importancia de la sostenibilidad en las decisiones de compra de los consumidores. La empresa también se está asociando con iniciativas comunitarias y promoviendo hábitos de vida saludables, buscando crear una imagen más alineada con las expectativas de los nuevos consumidores.
Estos esfuerzos reflejan la manera en que Coca-Cola intenta navegar por un entorno de mercado en constante cambio y adaptarse a los nuevos desafíos que plantea la modernidad. A medida que las tendencias evolucionan, la capacidad de la empresa para innovar y reinventarse será crucial para su éxito continuo en México.
Conclusión: El futuro de Coca-Cola en México
A medida que Coca-Cola continúa su trayectoria en México, el futuro de la empresa parece estar influenciado por diversos factores críticos que determinarán su capacidad para seguir innovando y evolucionando. La dinámica del mercado mexicano presenta tanto oportunidades como desafíos, y Coca-Cola tendrá que adaptarse a las demandas cambiantes de los consumidores. Con un enfoque cada vez más grande hacia la sostenibilidad y la salud, la empresa enfrenta la necesidad de diversificar su portafolio de productos para incluir opciones que respondan a estas preocupaciones sociales.
Además, la estrategia de Coca-Cola en México debe contemplar la digitalización y el uso de tecnologías emergentes. La creciente importancia de las plataformas de comercio electrónico y el marketing digital representa una gran oportunidad para ampliar su alcance y mejorar la experiencia del cliente. Implementar estrategias efectivas en el ámbito digital asegurará que la marca permanezca relevante y competitiva en un entorno empresarial en constante cambio.

Asimismo, el compromiso de Coca-Cola con la responsabilidad social y ambiental será fundamental para su aceptación entre los consumidores mexicanos. A través de iniciativas que promuevan el bienestar de la comunidad y la sostenibilidad del medio ambiente, la empresa no solo potencializa su imagen de marca, sino que también construye una relación más profunda con los consumidores, lo que puede transformarse en ventajas competitivas en el largo plazo.
En suma, el potencial crecimiento de Coca-Cola en México está ligado a su habilidad para innovar, adaptarse a las exigencias del mercado, y mantener un enfoque fuerte en la sostenibilidad. La combinación de estos elementos podrá llevar a la marca a nuevas alturas, consolidándose como un referente en la industria de bebidas no alcohólicas en el país. El futuro, sin duda, se presenta lleno de posibilidades si la empresa logra realizar dichos cambios estratégicos con eficacia.
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No cabe duda el haber tenido la fortuna de manejar promociones durantecuatro años al lado de Alejandro Gonzalez Padilla en Coca-Cola Export fue un verdadero agasajo, sobre todo haber dado la vuelta por dos ocasiones a toda la Republica practicamente de Merida a Ensenada.
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